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CRÓNICAS

 

 
        LA PERSONA QUE HABLA LA PALABRA DE LA LLUVIA

 

 
Texto y fotos: Jaciel Villavicencio




 





La leyenda sobre el Dios de la lluvia dice:


“El Dios de la lluvia regaba el cielo, pero las gotas no llegaban a la tierra. Sin embargo, su intención era regar toda la tierra. Así que comenzó a bajar y siguió regando pero no conseguía lo que quería: el agua solamente mojaba la cima de las montañas. Al ver esto, el Dios de la lluvia descendió aún más, hasta que tocó tierra llana. Y, para que los hombres tuvieran suficiente agua, fue al corazón del mar, sacó el agua y la mandó a todos los lugares para que la vida continuara. Desde entonces al Dios de la lluvia se le tiene mucho respeto y se le venera con rituales y ofrendas, en agradecimiento por los frutos obtenidos”.
 
 



RITUAL DEL PEDIMENTO DE AGUA EN EL JICARAL





El 24 de abril, víspera del día de San Marcos Evangelista, en la comunidad de El Jicaral, perteneciente al municipio de Coicoyán de las Flores, Distrito de Santiago Juxtlahuaca, Oaxaca, se llevó a cabo el Ritual de Pedimento del Agua.


 
Desde tiempos remotos, en la Mixteca oaxaqueña, guerrerense y poblana se realizan rituales a los dioses para que el agua no falte y se puedan obtener buenas cosechas, principalmente de maíz y fríjol. Es costumbre sembrar la semilla el 20 de marzo (un mes antes de esta ceremonia) y para que fructifique habrá que esperar muchos días y sus noches.
 

En El Jicaral el ritual inicia con la elaboración del altar donde se llevarán a cabo los sacrificios y ofrendas a el Dios de la Lluvia. El lugar señalado por La persona que habla la palabra de la lluvia, el ratu’va  xi’n savi,  (el que tiene el conocimiento de la lluvia),   es el árbol que se encuentra a un lado de las rocas y que se conoce como parota. Es fácil de ubicar entre los que allí viven, porque se encuentra en el camino que va del cementerio al la agencia municipal.

 
                          
El altar adornado con flores silvestres se elabora minuciosamente en tres niveles: El nivel más alto es el de la divinidad, y allí se encuentra el Dios de la lluvia acompañado por sus hijos o guardianes.

 

Al pie del árbol se encuentra el monolito de gran simbolismo que los habitantes de El Jicaral llaman Piedra de agua y que ha sido venerada por siglos.

Una vara cruza la parte superior del altar y de ella penden las guirnaldas de color rosa, guinda, blanco y rojo. A un lado La persona que habla la palabra de la lluvia (ratu’va  xi’n savi,   el que tiene el conocimiento de la lluvia),  ha dispuesto las velas grandes y veladoras, adornadas también con flores amarillas. Ha colocado botellas con agua y velas chicas de cabo amarillo. Antes del primer nivel ha formado una línea con huevos de gallina. Hay un camino que comunica los tres niveles.

 

                  
Dios de la lluvia o piedra de agua

 

Con el sol inclemente La persona que habla la palabra de la lluvia ha terminado de elaborar el altar y comienza a platicar en mixteco con el Dios de la Lluvia. Se trata de un monólogo para convocar la presencia de los dioses del océano y, después, los de la montaña, a fin de que se dignen recibir la ofrenda.

 

La persona que habla la palabra de la lluvia es quien lleva la conducción de la ceremonia, de principio a fin, y la encargada de sacrificar los chivos y depositar la sangre animal, todavía caliente, sobre la Piedra de agua (Dios de  la Lluvia) le pide  que mande nubes con agua y en correspondencia le ofrece tortilla de maíz, remojada en agua y cortada en 33 partes. El hombre comparte con el gran Dios, lo que él a través de la lluvia y las buenas cosechas les ha dado.

 

“No se le puede dar a la Piedra de agua o Dios de la lluvia algo que no puede comer; él cuando da de comer, da vida, y vida se le retribuye a través de la sangre, flores y velas… El Dios de la lluvia recibe lo que las personas generosamente le ofrecen”. Durante la ceremonia, todo es misticismo. El olor a copal cubre el espacio donde el ritual se lleva a cabo. “El copal e incienso significan la comunicación entre los dos seres: Dios y los hombres. La comunicación, además de ser hablada, es entregada a través de olores”, asegura  Ofelia Pineda Ortiz, quien es originaria de ésta comunidad.

 

Conforme pasaba el tiempo se van sumando más personas de la comunidad, llevando consigo flores que ofrecen con mucha devoción. La persona que habla la palabra de la lluvia hace pausas en su diálogo con los dioses y aprovecha para hacer limpias con los huevos colocados en el primer nivel del altar. De manera paralela, las mujeres preparan la comida con la carne de los chivos que fueron ofrendados.

 

Una jornada extenuante tanto para la persona que conduce el ritual como para los presentes. El sol abrasador se ha ido ocultando entre las montañas y por fin llega la noche. Las velas iluminan el rostro de la persona que habla la palabra de la lluvia, no ha dejado de hablar a favor de los que viven en la tierra. Durante todas estas horas ha pronunciado las palabras necesarias. Finalmente, se levanta de la silla en la que ha estado sentado la mayor parte del tiempo. Voltea a mirar a los hombres, mujeres y niños reunidos. No dice nada, sólo los mira. El ritual ha terminado.

 

Es el momento de pasar la botella de aguardiente, de mano en  mano, para refrendar los lazos fraternos entre los mixtecos. Es tiempo de quemar cohetes en señal de alegría por haber compartido los frutos con los dioses. Ya todo se encuentra listo para que las mujeres sirvan la cena. Es un instante de comunión con los dioses.

 

Tras una larga jornada llega el momento del descanso: los primeros son los niños, algunos se acuestan en el piso y se duermen. Yo también me recuesto. Es entonces cuando la visión es revelada. Sin encontrar explicación racional, de manera mágica, el cielo y las estrellas comienzan a ser cubiertos por una enorme nube negra. De manera simultánea, a lo lejos aparecen los relámpagos intermitentes. El cielo presagia un fuerte aguacero. El tiempo queda suspendido. Sin embargo, lentamente el gran cuerpo de la nube comienza a alejarse, se va, es una nube pasajera. Los dioses han aceptado la ofrenda y así lo comentan las voces en El Jicaral. El resplandor ilumina las sonrisas.

 

Y ¿Si la visión no hubiera llegado? Se tendría que hacer una ofrenda nuevamente, tal vez mucho más agotadora para La persona que habla la palabra de la lluvia y, también, para los integrantes de la comunidad. Pero esta noche no es el caso. Los dioses han respondido favorablemente en el firmamento y en la tierra la energía fluye, se respira fe y gozo por haber cumplido con una tradición de muchísimos años: el pedimento del agua a el Dios de la Lluvia. Los integrantes de la comunidad han comprendido ya el mensaje de la nube y del relámpago: el próximo ciclo de las lluvias será benévolo con ellos, por lo que podrán seguir disfrutando de lo que la Madre Tierra les ofrece, a través de de su vientre cálido y bondadoso.

 

El respeto a sus dioses, la sabiduría y cosmovisión que tiene la comunidad de El Jicaral es profunda, los comentarios que aquí se expresan  es sólo una aproximación y no alcanza a describir con profundidad lo que ahí se vivió.

 

“JICARAL”

 
 
 
SITIO SAGRADO



 
Este ritual se realiza cada 24 de abril en esta comunidad del municipio de Coicoyán de las Flores, en la Mixteca Oaxaqueña. "La persona que habla la palabra de la lluvia ratu’va  xi’n savi (el que tiene el conocimiento de la lluvia),  le pide a San Marcos Evangelista y a los dioses del océano y la montaña que manden nubes cargadas de agua para que haya buena cosecha.
 
 
 

Entre el ancestral aroma del copal, el que habla la palabra de la lluvia platica con los dioses en "mixteco", les habla como si fueran amigos, con la confianza de quien se conoce de muchos años atrás.

 








 
Al pie del árbol, que los lugareños llaman “parota”, se encuentra la "Piedra de agua", ha sido venerada por siglos.


 
 


 
El que habla la palabra  de la lluvia hace una pausa en su ritual de pedimento del agua, y, realiza limpias utilizando huevos de gallina: para alejar las malas energías y enfermedades.

 



A la "Piedra de agua" se le ofrece sangre animal, es una forma de retribuirle los favores que ha hecho a la comunidad.



MUJERES Y NIÑOS DE "EL JICARAL   



Las mujeres y niños llevan flores al Ritual de Pedimento del Agua. El ratu’va  xi’n savi,  (el que tiene el conocimiento de la lluvia), las colocará en el altar de tres niveles.

 

 


 




CELEBRA MEDIO AÑO LA MAYORDOMIA DEL CENTRO


 
Ayer con el motivo del festejo del medio año, la Mayordomía del Centro de Santiago Juxtlahuaca llevó a cabo la labranza de la cera, y desde temprano en un evento protocolario dieron la bienvenida a la banda de música  encabezada por el señor Simitrio Mendoza Luna.
 
  El mayordomo de la cofradía del centro, el Señor Salvador Figueroa Espinosa, siguiendo la costumbre y guardando los protocolos debidos en compañía de sus colaboradores dio la bienvenida a la banda, misma que acompañará durante el festejo, la banda por su parte, llenó de alegría el espacio que ocupa la comunidad del centro con la diversidad de ritmos que fueron desde chilenas hasta corridos, el mayordomo con la amabilidad que lo caracteriza invitó a desayunar a la banda y, a todos los que ahí se encontraban presentes, gustosos pudieron degustar del delicioso caldito de guajolote.
 
 
Al término la banda siguió demostrando sus habilidades musicales para deleite de las cocineras y del público que en ese momento se encontraba presente. El señor Simitrio Mendoza Luna  nos externó sus comentarios y dijo sentirse a gusto y agradeció al mayordomo por la invitación para tocar en tan importante evento.
 
Después  se acudió a la casa del señor mayordomo para traer las flores con profunda devoción y, entre el tronido de los cohetes y el olor a copal, se caminó trayendo consigo la imagen del santo patrono: señor Santiaguito, tránsito del estado acompañó para ordenar la vialidad, y así durante varios minutos se caminó hasta llegar a la comunidad del centro, en un acto de fe se le demostró  el cariño  con inclinaciones ceremoniosas, otros no se resistieron y besaron la sagrada imagen, para después colocarlo en su nicho de honor.









 
 El Señor Salvador Figueroa Espinosa dijo que con mucho gusto desempeñaba el cargo de mayordomo, sostuvo que sus padres le inculcaron la fe y respeto al señor Santiaguito: patrono de la población, y mientras la banda deleitaba  al público, las cocineras trabajaban arduamente para preparar el delicioso mole de guajolote para la comida,  por su parte, el señor Julián Ramos Rodríguez y acompañantes laboraban afanosamente en la labranza de la cera.
Y  fue de esta manera como se llevaron a cabo los trabajos del  día de ayer 24 de enero en la víspera, con motivo de celebrar medio año de la mayordomía del señor Santiaguito.
 EL mayordomo  el señor Salvador Figueroa Espinoza amablemente atendió a los visitantes y acompañantes, siguiendo la tradición heredada de generación tras generación en Santiago Juxtlahuaca.

 
FESTEJA PRESIDENTE DE JUXTLAHUACA SU CUMPLEAÑOS
 
El día de ayer lunes 25 de febrero de 2013, se festejó el cumpleaños del Señor Presidente Miguel Mejía. La tarde descendía sobre Santiago Juxtlahuaca, los rayos oblicuos del sol que se ocultaba entre las montañas, proyectaban una atmosfera de paz y armonía, logrando que la festividad con lugar en la casa del Señor Presidente, pasara del ambiente familiar a una convivencia social en donde familiares y amigos muy cercanos a Don Miguel, le felicitaron y se unieron para compartir la felicidad y emoción de aquel momento. La comida que deleitó el paladar de todos los presentes, consistió en las tradicionales carnitas acompañadas de su salsa y tortillas.
La señorita Citlali hija del festejado, aprovechó el momento para dirigir algunas palabras a su señor padre, en las cuales destacó su cariño y afecto para con él.
La música que sin duda alguna no podía faltar en la festividad, a cargo de Amaury y Santiago Figueroa las chilenas, charangas y cumbias animaron el momento y todo mundo bailaba y zapateaba en la pista animando también al festejado a ejecutarse una que otra pieza musical.
También se contó con la presencia de los músicos de “Azúcar Morena”. La destreza del acordeón y el trabajo vocal lograban que la gente siguiera bailando y brindando por el cumpleañero.
La esposa del festejado, la señora Xóchitl Peral nos dijo estar muy contenta y feliz porque Dios le había otorgado un año más de vida a su esposo.
Del mismo modo algunos amigos y familiares nos dieron sus comentarios.
La señorita Manuela Díaz Mejía dijo estar muy contenta por el cumpleaños de Don Miguel y que ella estaba apoyando en la cocina y atendiendo a los invitados, por último le reiteró sus buenos deseos al Presidente.
Fue así como el Presidente de Santiago Juxtlahuaca festejó su cumpleaños en compañía de sus amigos y familiares.

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