PASIÓN Y MUERTE DE JESÚS DE NAZARET
Textos y fotos: Jaciel Villavicencio
Eran a las diez de la mañana y el
escenario en la explanada del palacio municipal estaba dispuesto para
escenificar cómo Jesús era condenado injustamente por los tribunales, -todo estaba listo- el kiosco por un momento se
transformó en un elegante palacio donde albergaba a los hombres de poder acompañados
de sus bellas mujeres, aun lado judas se
había ahorcado y pendía colgado de un árbol, por haber traicionado a Jesús.
La explanada estaba abarrotada,
el público esperaba pacientemente la representación de la pasión y muerte de
Jesús, -llegó el momento esperado- Jesús
es presentado amarrado de las manos y con huellas de haber sido torturado, era custodiado por los imponentes soldados
romanos que ataviados con capas
rojas y turbantes imponían respeto, o
más bien generaban sentimientos negativos en contra de ellos por su actuar.
Durante el juicio, era evidente
la inocencia de Jesús, pero ya todo estaba destinado, los rostros de coraje de
los asistentes eran notorios ante el trato inhumano que se le daba a Jesús,
Pilatos se lava las manos y no hace justicia y deja a Jesús a merced de la
turba que enardecida gritaba: castígale, crucifícale, al tiempo que era
empujado, jalado y maltratado, finalmente se le declara culpable con la pena de
la crucifixión.
Antes de llegar a la primera
estación donde Jesús cargaría la pesada cruz, los penitentes recibían severos
castigos y las huellas de los azotes quedaban marcadas en sus espaldas, también
el sol castigaba con sus rayos que en esos momentos caían a plomo, -era un sol abrazador-.
Los penitentes al caminar jalaban las
cadenas con las cuales estaban sujetados los grilletes y provocaban un fuerte ruido, en el trayecto
Jesús era maltratado, al llegar a la primera estación carga la pesada cruz.
Por su parte el párroco daba la explicación metafórica
de lo que representaba esa escenificación basado en los pasajes bíblicos, y así
inició el recorrido del vía crucis hacia
el camino de la redención.
En el trayecto las voces
gritaban ¡hechicero!, !haz un milagro para que te crea!, ¡camina!, mientras le
proporcionaban fuertes azotes.
Al llegar a la segunda estación
el párroco explicó el significado
bíblico y dijo quien quiera cargar la cruz que me siga, Jesús invita a seguir
el camino de la vida, despojándose del pecado, por eso se tiene que cargar la
cruz de la vida, despojándose de lo malo, y así termina la segunda estación, el
párroco invitó a los feligreses a cargar otra cruz, algunos lo hicieron dejando
en sus ropas la huella.
¡Carga tu cruz mesías de los
pobres!, ¡mesías de los leprosos!, ¡mesías de los pecadores!, así le decían a
Jesús de Nazaret durante el caminar.
Perdona a tu pueblo señor, perdónalos señor, eran los cánticos que se
escuchaban a manera de respuesta ante la brutalidad ejercida por los soldados
romanos, en las siguientes estaciones el párroco continúo dando el mensaje, el
sol en esos momento fue benévolo y se ocultó
tras unas densas nubes, e hicieron el transito hacia el monte calvario
de forma soportable durante dos estaciones.
Por su parte las piadosas acompañaban de cerca a Jesús , mostrando su solidaridad con el, en ocasiones increpando la actitud prepotente de los soldados.
Otro momento emotivo fue cuando
la madre de Jesús sale a su encuentro y le dice: estaré contigo hasta la
muerte, el mensaje de la madre de Jesús fue claro, señaló que Jesús estaba del lado del pueblo
pobre, del pueblo pecador, y en contra de los poderosos, finalmente los
soldados la apartan violentamente.
Otro aspecto importante es
cuando el cirineo ayuda a Jesús a cargar
la cruz, y se dijo que en estos tiempos se necesitan muchos cirineos, la
solidaridad entre la humanidad en estos tiempos debe ser mucha.
En la caída, antes de llegar a
la última estación, la cruz cae sobre el
que representó a Jesús: Enguelber
Andrethy Leyva lastimándole
el dedo, de inmediato la sangre brotó profusamente, dándole más realismo a la
representación. En la onceava estación Jesús es crucificado y muerto.
Con esto terminó la escenificación esperada por la comunidad catolica, con la esperanza de renovar la fe, en estos tiempos donde los valores se han invertido.